29 noviembre 2010

En el Principio Era Eva, y Nada Cambió...


En el principio era Eva. Y Eva andaba con Adán. Y Eva era Adán. Punto. No había ninguna otra mujer. Y Eva tuvo a Adán, Cain y Abel, toditos sólo para ella.
No tuvo que dividirlos con la suegra, nueras, amigas y ex-novias. Ninguna otra mujer. Suerte?
Pienso en lo que ella hacía cuando por algún motivo se sentía irritada con Adán, o preocupada con la rivalidad entre sus hijos, sin tener nadie para conversar y dividir sus angustias y preocupaciones. Cuando estaba de TPM y no tenía al lado nadie que entendiera la montaña rusa hormonal que la hacía reír y llorar al mismo tiempo. O aún cuando estaba pasando por un “bad hair day” (día de cabello malo) y sabía que conversar con el marido sobre ese asunto no tendría la menor oportunidad de éxito. Imagino cuántas veces ella intentó conversar sobre el romance de los monos o la delicadeza de una mariposa besando una flor, sin éxito!!!
Imagino cuantas veces ella intentó sólo conversar…

Cada día que pasa tengo más certeza de que esa mujer sufrió. Sufrió la falta de una amiga, una mujer, una igual.
¿Pero qué pasa entre nosotros, mujeres, hoy? Por qué somos tan desunidas? Por qué tanta inseguridad? De dónde viene tanto miedo? Por qué tanta competitividad?
En la lucha por un hombre vale todo. Hasta traicionar a la mejor amiga. El vestido de una tiene que ser más bonito que el de la otra. ¿Y aquella cartera que usted pasó años deseando? ¿Por qué su amiga tenía que comprarla primero? ¿Por qué el novio de ella es más comprensivo que el suyo? Si a ella le pidieron matrimonio, usted también quiere que se lo pidan! Si ella viajó a París, usted tiene que arrasar en Nueva York.
¿Por qué el trasero de ella es más duro que el suyo? Por lo menos ella está más gorda que usted.

En la tentativa de que seamos “Evas”, reinas únicas de nuestros hombres, perdemos aquello que Eva no tuvo. Y continuamos solas, en medio de una multitud de amigas, mujeres, iguales.

De: "Cota pra Mulher" [http://cotapramulher.blogspot.com/]

[Original en Portugués]

[Imagen añadida, no en el original]
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2 Opiniones:

:( dijo...

Texto original:

No princípio era a Eva. E a Eva estava com Adão. E a Eva era Adão. Ponto. Não havia nenhuma outra mulher. E a Eva teve Adão, Caim e Abel, todinhos só pra ela.

Não teve que dividi-los com a sogra, noras, amigas e ex-namoradas. Nenhuma outra mulher. Sorte?

Penso no que ela fazia quando por algum motivo se sentia irritada com o Adão, ou preocupada com a rivalidade entre seus filhos, sem ter ninguém para conversar e dividir suas angústias e preocupações. Quando estava de TPM e não tinha ao lado ninguém que entendesse a montanha russa hormonal que a fazia rir e chorar ao mesmo tempo. Ou mesmo quando estava passando por um “bad hair day” (dia de cabelo ruim) e sabia que conversar com o marido sobre esse assunto não teria a menor chance de sucesso. Imagino quantas vezes ela tentou conversar sobre o romance dos macacos ou a delicadeza de uma borboleta beijando uma flor, sem sucesso!!! Imagino quantas vezes ela tentou apenas conversar…

A cada dia que passa tenho mais certeza de que essa mulher sofreu. Sofreu a falta de uma amiga, uma mulher, uma igual.

Mas o que acontece entre nós mulheres hoje? Por que somos tão desunidas? Por que tanta insegurança? De onde vem tanto medo? Por que tanta competitividade?

Na luta por um homem vale tudo. Até trair a melhor amiga. O vestido de uma tem que ser mais bonito que o da outra. E aquela bolsa que você passou anos desejando? Porque sua amiga tinha que comprar primeiro? Por que o namorado dela é mais compreensivo que o seu? Se ela foi pedida em casamento, você também quer! Se ela viajou pra Paris, você tem que arrasar em Nova York. Por que a bunda dela é mais dura que a sua? Pelo menos ela está mais gorda do que você.

Na tentativa de sermos “Evas”, rainhas únicas de nossos homens, perdemos aquilo que a Eva não teve. E continuamos sozinhas, no meio de uma multidão de amigas, mulheres, iguais.

Athena Rodríguez dijo...

Muchas gracias por compartilo me parece una delicia este escrito. Muchas veces, las mujeres se quejan de la violencia hacia ellas, pero pocas veces nos quejamos de la violencia entre nosotras, es patético que peleen por un hombre, la vida es absurda en ese sentido y siempre lo será por ese maldito sentido de pertencia que la gente tiene demasíado arraigado, pero que le vamos a hacer, por lo menos uno debe ser conciente, lo demás viene sólo.