31 mayo 2011

Una vez conocí a una chica con cara de lluvia.


Una vez conocí a una chica con cara de lluvia. También tenía una personalidad muy húmeda y vaporosa. Unos ojos con demasiada agua y una cabellera que nunca parecía estar seca. Ella decía que era una enfermedad.

Yo no sabía de donde venía, pero me la encontraba muy seguido. Recuerdo que al principio era como un gran diluvio, luego pasó a ser un chubascón… y así, hasta que me di cuenta que no era más que una llovizna. Ella decía que yo la estaba curando de a poquito.

Pasamos buenos días juntos y hasta teníamos nuestro punto de encuentro. Aunque seguía sin saber nada sobre ella, y ella sobre mí. Fue una buena época, hasta que ya no lo fue más.

Ella solo dejó una nota excusándose, en nuestro punto de encuentro.

Decía que lo sentía, pero que debía partir. Que dizque gracias por aliviar su mal de a poquito. Pero que ella no se curaría así jamás, que lo que ella necesitaba era un cara de sol, para que le secara la lluvia… y que yo tenía cara de esponja.

Era jueves y llovía a cantaros. Un chubascón de los buenos, de esos arruina jardines que hasta salen en las noticias.

Desde entonces, mi cabello no se ha secado. Y mis ojos, tienen demasiada agua.



De: "(cartas desde el espacio)" [http://my-own-hidden-kingdom.blogspot.com]

[Imagen añadida, no en el original]
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