Ramona se compró dos vestidos, casi iguales. Cortitos, de tela estampada, con encaje en el escote. Uno un poco era un poquito más feo.
Siempre usaba el que le gustaba menos, el otro era para una ocasión especial.
Lo usó para ir a cumpleaños y fiestas, después a reuniones con amigos, cuando ya estaba gastado, lo usaba hasta para ir al supermercado.
El que le gustaba más, se lo puso sólo una vez, fue a cenar con un señor, no la pasó ni bien ni mal.
El día especial, por supuesto, la agarró en ojotas y con remerita de modal.
Tamara
De: "Historias para leer en el subte" [http://relatosenelsubte.blogspot.com]
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11 enero 2015
Dos por uno
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